«No consiste la música en correr las teclas, mayormente sin arte, sino en dar a cada modo lo que es suyo, y en otras profundidades que hay».

Fray Juan Bermudo (Declaración..., fol. 73), 1555.

«Cuando estaba deprimido, rogaba Pistorius que me tocara el pasacalle del viejo Buxtehude. Entonces me sentaba en la iglesia oscura, al anochecer, absorto en aquella extraña y ferviente música que se perdía en sí misma y se escuchaba a sí misma, que me hacía bien y me disponía aún más a dar la razón a las voces del alma».

Hermann Hesse, Demian