Centenares de conductores bolivianos de transporte internacional están parados en la frontera entre Bolivia y Perú. En la localidad de Desaguadero y otras regiones aledañas los connacionales se quedan sin agua, alimentos y dinero y la crisis del comercio exterior se agrava debido a las protestas de sectores sociales del vecino país que piden la renuncia de la presidenta Dina Boluarte.