Fernando Torres ha abandonado esta mañana el hospital tras el susto vivido ayer en Riazor tras sufrir un duro choque con Bergantiños y caer desplomado. "Ha sido, gracias a Dios, poca cosa", ha dicho. Torres, muy sonriente, ha agradecido todas las muestras de apoyo recibidas y ha asegurado que espera poder entrenar con sus compañeros en dos o tres días. De momento, pasará el fin de semana en A Coruña. El jugador, que ha recibido la visita de compañeros del Depor, ha deseado al club gallego "toda la suerte del mundo" para conseguir mantenerse en Primera. -Redacción-