Ni la pandemia ni un año de retraso amilanó la efervescencia de los mexicanos por la Fórmula 1 en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
En ninguna otra edición se había sentido tanto el patriotismo mexicano como la de esta ocasión, ya que las gradas se pintaron con los colores verde, blanco y rojo aunado a que se unieron en un solo grito a favor de Sergio Pérez.